En lo profundo de las montañas y veredas de Fusagasugá, nace una red silenciosa pero poderosa que sostiene la vida cotidiana de cientos de familias: los acueductos comunitarios. Su existencia está íntimamente ligada al páramo del Sumapaz, el más grande del mundo, un ecosistema estratégico para la región, el país y nuestro planeta.